jueves, 5 de febrero de 2009

5) Algunas ideas sobre Blaise Pascal.


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Larraona. Vista general desde el Norte.
Infinitud de la grandeza.
(Foto de Jesús Díaz).
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Petunias del jardín de Larraona.
Infinitud de la pequeñez.
(Foto de Jesús Díaz).
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ALGUNAS IDEAS DEL PENSAMIENTO DE BLAISE PASCAL (1623-1662) [1].
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Blaise Pascal, destacado pensador francés del siglo XVII, científico
[2], filósofo, creyente cristiano en el entorno del jansenismo [3], teólogo, dejó a la posteridad diversos escritos , unos de carácter científico relacionados con la matemática , la física, la geometría , y otros de carácter filosófico y religioso. Dentro de este último grupo destacan sus dos obras más célebres : “Las Provinciales” [4] , en origen cartas anónimas y clandestinas dirigidas en su mayoría contra la moral laxa y el afán de poder de los jesuitas de la época, obra en la que se muestra el Pascal polemista , y “Los pensamientos” , obra incompleta del final de su vida en la que se manifiesta el Pascal apologista y en la que de forma fragmentaria y aforística, reúne notas e ideas para elaborar una defensa de la religión cristiana, con el objetivo de persuadir de su verdad a los no creyentes. Mencionamos a continuación alguno de sus pensamientos más conocidos.
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1) La infinitud de la grandeza y la infinitud de la pequeñez. La Desproporción del hombre.
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Una de las más célebres ideas de Pascal es la que hace referencia a la doble infinitud de la naturaleza
[5] : la infinitud de la grandeza y la infinitud de la pequeñez que ponen en evidencia la desproporción del hombre.
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La infinitud de la grandeza se refiere al macrocosmos, al universo infinito de dimensiones inconmensurables, observable parcialmente mediante el telescopio. Ante ese espacio vasto, inabarcable, el hombre tiende comparativamente a la insignificancia, a la nada.
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La infinitud de la pequeñez se refiere al microcosmos, a ese abismo de lo diminuto observable parcialmente mediante el microscopio. Ante ese espacio divisible indefinidamente hasta acabar casi en la nada, el hombre tiende comparativamente al todo.
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Para Pascal esas dos infinitudes manifiestan la desproporción y el desequilibrio esencial del hombre en el mundo que le hacen ser simultáneamente dos opuestos irreconciliables ( la nada frente al macrocosmos y el todo frente al microcosmos), situación de unión de extremos que para Pascal sólo puede darse en Dios
[6] y que en el hombre genera desesperación, vértigo, angustia, desamparo, visión pesimista, por lo cual se ha considerado a Pascal precursor de los filósofos existencialistas[7].
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2) Miseria y grandeza del hombre . El hombre como caña pensante.
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La miseria del hombre se refiere, en el pensamiento de Pascal, a su condición de ser finito y limitado situado entre el todo y la nada, a su vanidad, a su inconstancia y presunción, a su desesperación y angustia, a la desdicha del hombre sin Dios . La grandeza del hombre consiste en su mente, en su pensamiento que le confiere dignidad y le permite tener conciencia de su propia miseria, de su propia limitación para conocer la verdad. La grandeza y plenitud del hombre está además en su acercamiento a Dios.
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El hombre es una caña débil, frágil,vulnerable, pero es una caña pensante
[8], dice Pascal. Puede ser doblegada fácilmente por la naturaleza, por los vientos y tormentas, pero mediante su pensamiento, mediante su conciencia, el hombre , desde su debilidad física, puede dominar esa naturaleza . “Por el espacio el universo me comprende y me absorbe como un punto, por el pensamiento yo lo comprendo”, dice literalmente Pascal.
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3) Espíritu geométrico y espíritu de sutileza. Razón y sentimiento.
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Para Pascal existen básicamente dos formas de acceso al conocimiento de la realidad : el espíritu geométrico y el espíritu de sutileza. El espíritu geométrico se caracteriza por el uso de la razón para captar verdades unívocas, cuantitativas, por el uso de la lógica, la deducción, las reglas, y por ser un método propio de la ciencia. El espíritu de sutileza o de finura se caracteriza por el uso de la intuición y del sentimiento para captar verdades ambivalentes, cualitativas, no utiliza la demostración , las reglas, y es un método propio de la vida, las ciencias humanas, la estética, la moral, etc.
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4) El Dios oculto sensible al corazón. El corazón tiene razones que la propia razón ignora.
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Para Pascal el sentimiento está vinculado al corazón y carece de sentido intentar demostrar, por la vía de la razón, lo que se siente. La Fe consiste precisamente en sentir a Dios, no en demostrarlo. “Es el corazón el que siente a Dios y no la razón”, “el corazón tiene razones que la razón no conoce”, dice Pascal, en una de sus frases más conocidas y divulgadas. Pascal busca un Dios con realidad personal y no un Dios abstracto característico del racionalismo de filósofos coetáneos como Descartes o Spinoza. “Si Dios se descubriese continuamente a los hombres no tendría ningún mérito creer en él; si no se descubriese nunca, habría poca fe.....Todas las cosas son velos que ocultan a Dios...”, señala Pascal. Al ocultarse en la apariencia de las cosas, Dios deja al hombre libertad para creer.
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5) El argumento de la Apuesta sobre la existencia de Dios.
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Con este famoso argumento de la Apuesta ( “Le pari” ), dirigido a los no creyentes, Pascal pretende mostrar la necesidad y la conveniencia de “apostar” por la existencia de Dios . Basa su reflexión en que mientras el riesgo de ganar o perder esa apuesta es el mismo, la desproporción entre lo que se gana y lo que se pierde es abismal determinando la elección de forma indiscutible. Si se apuesta a favor y Dios existe, la ganancia es infinita , si no existe la pérdida es nula. Si se apuesta en contra y Dios existe, la pérdida es infinita y si Dios no existe, no se obtiene pérdida ni ganancia. En consecuencia el sentido común aconseja apostar por la existencia de Dios, opción que garantiza ganarlo todo o, en el peor de los casos, no perder nada. La consideración de la existencia de Dios como si se tratara de un “juego de azar” escandalizó e indignó a numerosos lectores de Pascal, incluido el propio Voltaire.
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Como conclusión podemos señalar que la influencia de Pascal a través de sus reflexiones sobre el hombre, el universo y Dios, ha sido considerable en pensadores posteriores como Kant, Kierkegaard, Camus , Sartre, Unamuno, y otros . Es sumamente interesante la importancia que un científico racionalista y experimentalista como Pascal otorga al sentimiento, al corazón, a la Fe, como vías alternativas de conocimiento en pie de igualdad con la “sacrosanta” razón tan venerada en occidente y cuya tiranía, a través de las ciencias, ha sido implacable.
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En España será, entre otros, Miguel de Unamuno, el ilustre pensador vasco , quien retomará esta apasionante dialéctica entre razón y corazón y quien en su anhelo de Absoluto, de Eternidad, de Dios , mostrará su alma atormentada y su creencia “razonada” con el corazón.






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[1] La obra principal en la que me he basado para los comentarios que siguen es :
VILLAR EZCURRA, Alicia . Pascal : Ciencia y Creencia, Editorial Cincel SA, Madrid, 1987. En ella puede encontrarse interesante bibliografía adicional sobre Pascal.

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[2] Ya desde principios del siglo XVII la ciencia se había desgajado de la filosofía constituyéndose como saber autónomo. Como geómetra y matemático Pascal realizó estudios de las secciones cónicas, del cálculo de probabilidades, del cálculo infinitesimal. Como físico realizó estudios sobre acústica, sobre el futuro barómetro, sobre el vacío, formuló la teoría del equilibrio hidrostático. Como ingeniero inventó la prensa hidráulica y diseñó la primera calculadora. Frente al método matemático de Descartes, Pascal se inclinará por el método experimental.
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[3] Pascal fue atraído por el jansenismo, movimiento religioso del siglo XVII que tuvo su origen en la obra “Augustinus” del monje belga Jansenio que reinterpretaba la obra de San Agustín en un intento de retorno al espíritu de pobreza del cristianismo originario. Este pensamiento fue condenado por los papas Inocencio X y Alejandro VII. Luis XIV en 1709 arrasó literalmente la abadía de Port Royal, centro neurálgico del jansenismo demoliendo la iglesia gótica y sus sepulcros. Como señala A. Villar los jansenistas fueron perseguidos políticamente porque la monarquía absoluta sospechaba de sus tendencias al liberalismo y por su oposición a subordinar la religión al poder político y religiosamente por ser sospechosos de heterodoxia con ideas que la Iglesia, especialmente los jesuitas de la contrarreforma, consideraba próximas a Calvinistas y protestantes.
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[4] Las “Provinciales” de Pascal son consideradas como una muestra esplendorosa del arte de escribir, del arte de seducir mediante la palabra, una prosa maestra de la lengua francesa.
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[5] En su dialéctica reflexiva Pascal gusta del uso de la paradoja, de la alianza de los contrarios , miseria-grandeza, finitud-infinitud, tiempo-eternidad , etc.
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[6] Tesis cercana a Giordano Bruno y Nicolás de Cusa que definían a Dios como unión del máximo y del mínimo.
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[7] El “Absurdo” de A.Camus, la “Náusea “ de J.P. Sartre.
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[8] Según PH. Sellier, la metáfora del hombre como caña azotada por el viento tiene sus orígenes en el lo que Cristo dice a las turbas refiriéndose a San Juan Bautista : "Qué fuísteis a ver en el desierto?, ¿caña agitada por el viento?.

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4) Unamuno, Historia e Intrahistoria.


Zudaire. Colegio San Miguel Excelsis (Antiguas "Colonias").
Hermoso edificio, cuyo perfil se recorta sobre las boscosas
laderas de la sierra de Limitaciones, construido por
el arquitecto Víctor Eusa en 1934.
Día del Valle de Améscoa, 2007.
¿Historia o Intrahistoria del Valle en términos
unamunianos?.
(Foto de Jesús Díaz).


1) UNAMUNO, HISTORIA E INTRAHISTORIA.

Diferencia Unamuno entre los conceptos de Historia e Intrahistoria, y utiliza para su comprensión una metáfora esclarecedora, el mar.

La Historia sería el oleaje tumultuoso, su aspecto superficial y visible exteriormente, aparatoso y espectacular. La Historia sería el conjunto de hechos más destacados y sobresalientes del acontecer humano, las efemérides y acontecimientos más relevantes que acaecen en la evolución humana.

La Intrahistoria sería la inmensidad de las aguas profundas y tranquilas del océano, esto es el conjunto de hechos históricos aparentemente irrelevantes, repetitivos, pero que en su conjunto pueden ser determinantes en el devenir humano. La Historia se compondría de un número limitado de hitos brillantes, descollantes, frente a la Intrahistoria que se compondría de una infinidad de hechos supuestamente vulgares, prosaicos, corrientes, aparentemente prescindibles. No obstante con frecuencia puede conocerse mejor y de forma más fiel la historia de un pueblo a través de su Intrahistoria que de su Historia oficial.


2) GUERRA A CAÑONAZOS Y ESGRIMA DE FLORETE.

Una expresión sugerente e ingeniosa es esa de:”Mantenían entre ellos una guerra no a cañonazos, sino de fina esgrima de florete”.

En las discusiones personales tendemos unas veces a avasallar al contrario de la forma que sea, especialmente cuando carecemos de argumentos de peso, y nos mostramos agresivos verbalmente, zafios, violentos, si pudiéramos arrasaríamos físicamente al adversario con nuestra mirada de odio y con la cólera incontrolada que nos invade. Sería la guerra a cañonazos, la guerra de artillería pesada, la razón de la fuerza, la torpeza.

Otras veces intentamos mostrarnos ante el contendiente razonables, educados, correctos, utilizando la lógica, la argumentación, intentando derrumbar sus posiciones desde la perspicacia, la agudeza y agilidad mental, desde la sagacidad y el ingenio. Sería la guerra de guerrillas, la guerra de fina esgrima de florete, el uso de la fuerza de la razón, la inteligencia.

2) TEORIA DEL UMBRAL.

Esta teoría, que en principio se refiere al progreso técnico, significa que una vez se ha alcanzado un nuevo nivel que parecía inaccesible, inalcanzable, al menos a corto plazo, una vez se consigue, es asimilado, absorbido, se lo da por supuesto, se esfuma su importancia, se difumina la ansiedad con que se pretendía su logro, desaparece la conciencia de felicidad que proporciona su disfrute, la perplejidad por haberlo alcanzado, se internaliza mentalmente como algo habitual y al final se olvida. Una vez traspasado el umbral, éste deja de ser un hito, un jalón y se mira con avidez al nuevo umbral fijado que será fagocitado igual que lo fue el anterior y de la misma manera que lo será el posterior.

Como decía Goethe el hombre no es un mero sucesor, es un heredero, parte de una base de conocimiento formada previamente a su existencia por sus antecesores. Por fortuna no tiene que iniciar su singladura desde el punto cero, sus alforjas vitales están henchidas de saber acumulado, y en ello se basa el progreso humano.

4) COSMOPOLITISMO.

Decía el filósofo estoico y emperador romano Marco Aurelio, “Mi ciudad y mi patria como Marco Aurelio es Roma, pero como hombre es el mundo” identificándose consecuentemente como una persona cosmopolita, esto es, ciudadano del cosmos, ciudadano del mundo.

Ya los primeros movimientos cosmopolitas occidentales se retrotraen al mundo grecolatino. Los filósofos cínicos (Diógenes, Crates) y los filósofos estoicos (los griegos Zenón de Citio, Epícteto y los romanos Cicerón, Séneca, Marco Aurelio) pertenecen a corrientes cosmopolitas. Diógenes “el perro” vive sin ciudad, sin polis, sin casa, sin patria, cual mendigo errante, vestido con un tonel, pero considera al resto de humanos como amigos con derechos similares. Los filósofos estoicos comparten conceptos cosmopolitas como “sentimiento de especie”, “empatía”, “derechos universales”, “derecho natural”, influyendo en el pensamiento posterior cristiano.

En el Cristianismo primitivo dos corrientes pugnan por imponerse, la que defiende un movimiento religioso autóctono, endogámico, como una escisión heterodoxa de la religión judaica limitada al pueblo de Israel, y la que pretende una religión abierta y con carácter universalista, dirigida también a los gentiles; será esta corriente la que triunfará, impulsada especialmente por San Pablo, convirtiéndose en una religión de alcance universal, dirigida a toda la Humanidad y por lo tanto cosmopolita. El cristianismo asimilará muchas ideas de la filosofía pagana estoica, pero rechazará el pensamiento epicúreo por creer que deriva en goce sensual, rechazará el pensamiento cínico por creerlo procaz y obsceno, y rechazará el pensamiento escéptico por considerarlo una herejía que conduce al ateísmo.

En época Moderna el Humanismo renacentista que rompe con el mundo teocéntrico medieval y retorna a las fuentes del mundo clásico grecolatino para superarlo y mejorarlo, y el movimiento Ilustrado del siglo XVIII son también corrientes cosmopolitas.

En el mundo Postmoderno las corrientes neoliberales partidarias a ultranza de la libertad, de la libre circulación de personas, capitales, etc. muestran también cierta impronta cosmopolita, aunque especialmente en el aspecto económico.

En la actualidad el surgimiento con fuerza de los nacionalismos con tendencia a la ruptura de los estados-nación parecen ir contra el movimiento cosmopolita, pues centran su interés en su propia realidad propugnando la escisión de la matriz estatal donde estaban integrados y la creación de su propio Estado.

5) LA PERCEPCION COMO ALUCINACION VERDADERA.

Decía Hippolite Taine que la alucinación patológica se caracteriza porque lo visto por la persona que la padece no existe en la realidad, es decir se trata de una sensación subjetiva que no va precedida de una impresión en los sentidos, y la percepción consiste, según él, en una alucinación en la que lo visto coincide con lo real, esto es la sensación subjetiva y la impresión en los sentidos coincide.

6) FREUD Y LA REPRESION.

Para Sigmund Freud la represión es un proceso mental mediante el cual algunos contenidos psíquicos que nos disgustan son expulsados de nuestra conciencia, esto es, son reprimidos y alojados en los anaqueles de la subconsciencia. El problema es que recluidos en ese espacio del olvido se comportan como tumores malignos de carácter psíquico que hay que curar mediante la técnica del Psicoanálisis, mediante la conversación, la asociación de ideas, etc. de forma que afloren de nuevo desde el subconsciente a la conciencia consiguiendo de esa manera superarlos o integrarlos de forma racional en nuestra existencia.

3) Dogmatismo.

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Dovela pétrea con la representación de un hombre con mazo
que arrastra a otro personaje por los pelos de forma agresiva
y autoritaria mientras éste intenta evitarlo con su mano
izquierda aunque con actitud un tanto resignada y sumisa.
Arquivolta de la portada sur de la Iglesia parroquial
de Larraona (Navarra).
Finales del siglo XII. Arte románico popular.
Obsérvese la simplicidad y expresividad de esta deliciosa
escultura relivaria románica y el cumplimiento de la misma
de la ley de adaptación al marco arquitectónico de Focillón.
(Foto de Jesús Díaz).

Sostenía apropiadamente Antonio Machado que "el tono dogmático oculta la debilidad de nuestras convicciones".

La razón se defiende por sí misma mediante la argumentación, la lógica, el diálogo, la reflexión, la capacidad de persuasión.

La sinrazón requiere posiciones autoritarias para imponerse, para doblegar por la fuerza las posiciones adversarias, requiere el "ordeno y mando", el "manu militari", el "porque lo digo yo"; supone el triunfo de la "razón de la fuerza" en lugar de la "fuerza de la razón".

Con frecuencia las ortodoxias han sido propensas al dogma, mientras que las heterodoxias han gustado más de la pugna dialéctica, del dinamismo de las teorías, de la diversidad.

El dogma supone cristalización, monolitismo, visión estática, entumecimiento y estancamiento mental.

Los grupos e instituciones que necesitan para su mantenimiento y supervivencia medidas inquisitoriales, controles exhaustivos, corsés ideológicos, cánones insoslayables, se dirigen al colapso, agonizan paulatinamente, puesto que obstruyen su propia capacidad de inventiva, de creatividad, cercenan sus propios retoños, su vitalidad, su futuro.

El agua estancada se corrompe y se vuelve pestilente, sin embargo el agua que fluye saltarina por el arroyo, fecunda y fertiliza las tierras que a su paso lame con avidez. Del mismo modo el dogmatismo convierte en mortecino y lánguido lo que la libertad vivifica y estimula.

Despojemos nuestros espíritus y nuestras mentes de todo fanatismo y luchemos denonadamente desde nuestra individualidad por la sociedad abierta y liberal que permita y facilite el desarrollo integral de nuestras potencialidades como tantos pensadores, desde Adam Smith a Karl Popper han sostenido.

Olvidemos las posiciones intransigentes, los peligrosos sectarismos, las visiones endogámicas, los dogmatismos exacerbados y dejemos que nuestra mente fluya libre sin restricciones artificiosas. Ello nos conducirá a la tolerancia, a las posiciones ecuánimes, al equilibrio vital.

(Zaragoza, 7 de Enero de 1995).

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2) Vanidad de la riqueza.

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Probable imagen escultórica de San Mateo con su atributo
característico de la bolsa de monedas colgando al cuello,
aludiendo a su actividad de recaudador de impuestos
previa a su conversión en apóstol de Cristo.
Estatua columna de la portada románica sur de
la Iglesia parroquial de San Cristóbal de Larraona (Navarra).
Finales del S-XII.
Arte románico popular.
(Foto de Jesús Díaz).


Decían sabiamente los filósofos epicúreos que se puede ser rico de dos maneras distintas, aumentando las riquezas, las posesiones, los patrimonios, o disminuyendo los deseos, la avidez, la ambición.
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La primera vía conduce inexorablemente a la insaciabilidad permanente, a la ansiedad, y consecuentemente a la frustración existencial, pues el deseo es una espiral ascendente que nunca se satisface, como nunca puede llenarse un tonel sin fondo, castigo al que las Danaides fueron condenadas, durante toda la eternidad, por el Dios Olímpico Zeus.
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La segunda vía conduce a la serenidad vital, al sosiego del espíritu, al apaciguamiento del alma, al regocijo con lo necesario y al desprecio despiadado de lo superfluo y de las necesidades artificialmente creadas.
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"Todo lo que te basta está a tu alcance", sostenía acertadamente el filósofo estoico Séneca, idea que está en concomitancia con el concepto horaciano del "Aúrea mediocritas", la dorada mediocridad, la dorada medianía, el conformarse con lo que se tiene. Ni la sordidez de la pobreza extrema, ni la insultante suntuosidad y ostentación de la opulencia, sino la sobriedad, la mesura, como "punto medio" aristotélico. El ser debe prevalecer sobre el tener.
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Además como decía Séneca todo lo que poseemos, incluso la vida, nos lo han otorgado los Dioses de forma provisional y en usufructo, y debemos estar prestos a cederlo sin vacilación al menor requerimiento de sus propietarios inmortales, aunque es evidente que el hecho de arrebatarnos la propia existencia es el peor de los expolios que los Dioses o el Destino nos pueden infligir, pues supone nuestra extinción como seres humanos.
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Todas las posesiones de consistencia material que son susceptibles de sernos despojadas carecen realmente de valor; por ello es preciso que cultivemos nuestro Ser, nuestra individualidad, nuestra espiritualidad, los valores éticos, el afán de saber. La posesión mata lo que la esperanza crea.
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Derrochemos sin medida generosidad, entusiasmo vital, comprensión, empatía... Ahí radica sin duda la esencia de la Felicidad y no en la vil posesión.
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(Zaragoza, 8 de Enero de 1995).

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1) Pedantería.



Larraona (Navarra). Presa del molino en el río Uyarra.
Aguas diáfanas y cristalinas idóneas para limpiar
con su plácido rumor las agobiadas mentes urbanas.
(Foto de Jesús Díaz).

La pedantería es la estupidez adulterada por el estudio,
sostenía Miguel de Unamuno.
Y efectivamente si definimos la pedantería como un alarde
afectado de erudición y la proyectamos sobre la estupidez,
obtenemos un híbrido ridículo que provoca sarcasmo y
conmiseración de quien lo padece.

Careciendo de ideas importantes que exponer,
pretendemos disimularlo hipócritamente con expresiones
rinbombantes, retórica hueca, verborrea aparantemente
culta; esto es, a falta de contenido y de teorías
con ejundia, cultivamos la forma, magnificamos la envoltura
e intentamos ocultar la ignorancia que nos abruma.

La sencillez, la claridad de expresión delatan certeramente
al sabio; la pedantería, el oscurantismo, la complejidad
superflua delatan inequívocamente al impostor, y como
decía Gregorio Marañón, vale más la claridad del agua
que cabe en el hueco de una mano que ríos de turbia
erudición sin destilar.

Es aceptable el barroquismo expresivo como motivo de
deleite literario, dentro del campo de la Estética; sin
embargo dentro del campo del conocimiento científico es
inaceptable la asunción de un lenguaje especializado,
oscuro, críptico, que de forma deliberada e irracional
fractura el saber en compartimentos estancos, en cotos
exclusivos para iniciados, dificultando la comunicación
interdisciplinar y el proceso de ósmosis entre las distintas
ramas del saber entorpeciendo el acceso de
los "dilettante" y de los profanos al paraíso del
conocimiento.

Esas prácticas obstaculizan, además, una visión holística e
integral del conocimiento tan característica de la
Antigüedad, de la Escolástica Medieval y de los pensadores
de la época Moderna y ello no es achacable
exclusivamente al ingente acervo cultural y científico
actual, que evidentemente impide que un solo cerebro
humano lo abarque en su totalidad.

Los actuales científicos gozan de amplísimos
conocimientos en parcelas ínfimas y reducidísimas del
saber, siendo su ignorancia elevada en el resto de ramas
del conocimiento. Tal grado de especialización les
convierte en sabios de su campo particular y en ignorantes
de los demás, una escisión y una deriva peligrosa, para
algunos ineludible, que progresivamente se va acentuando
en la evolución de la Humanidad.

(Zaragoza, 8 de Febrero de 1995).